ViralicemosConCiencia: las evidencias científicas de las vacunas contra el covid llegan a las escuelas
Natalia Santucci es de Funes y como investigadora del Conicet coordina la actividad, que busca que los científicos salgan de sus laboratorios y transmitan el saber científico a la sociedad, con especial interés en niños y adolescentes.
El interés de la científica funense por involucrarse e intentar ser didáctica a la hora de “bajar” todo su saber científico a los medios de comunicación y a la sociedad precede a la Era Covid, pero, sin dudas, asegura que la Pandemia marcó un antes y un después en su carrera.
“Si bien ya llevaba un tiempo pensando en todas las falencias de la comunicación científica: académicos muy ensimismados y poco interesados o con pocas herramientas para comunicar su trabajo de investigación a la sociedad en general, y, a su vez, sociedades sin interés en conocer el trabajo científico y entender que la ciencia forma parte de la cultura, la pandemia puso el problema en evidencia”.
“En términos personales siempre fui bastante inquieta a la hora de pensar la sociedad que conformamos. Y sostengo que la única forma de cambiar las cosas es involucrarnos. La pandemia me permitió pensar en la función social que podemos cumplir las y los científicos de las ciencias naturales si nos decidimos a salir de nuestros laboratorios. Y también todo lo que podemos ganar: nuevas inquietudes, nuevas preguntas”.
Santucci es miembro de la Sociedad Argentina de Inmunología y forma parte de su comité docente. “Durante 2020 observamos preocupados el enorme grado de desinformación que circulaba sobre la pandemia. Mientras más íbamos conociendo sobre el virus y la enfermedad que causa, más necesidad de ofrecer esos conocimientos a la comunidad. Pero nos encontramos con que los medios de comunicación, no tenían ni la más remota idea de cómo hacerlo y la gente intentaba encontrar información, pero sin las herramientas suficientes para discernir cuando la información era cierta y cuando no”.
Según analiza, durante la pandemia la información que iba surgiendo se fue trasmitiendo como una especie de "reality show" sobre el trabajo científico. Y evidentemente esto no es comprendido. La ciencia avanza a fuerza de prueba y error.
“La ciencia trabaja de manera rigurosa, se adhiere a un método, sustenta lo que dice en evidencia, en datos. Ese proceso muchas veces se desconoce, porque cada nuevo conocimiento se comunica una vez que tenemos certeza sobre él. El periodismo peleaba por la primicia en un campo de la información donde lo que se afirma hoy puede ser descartado mañana. Entonces eso alimentaba el desconcierto en la sociedad”.
De todas estas inquietudes, e impulsados por la Sociedad Argentina de Inmunología (SAI) y por la IUIS (International Union of Immunology Societies) que les proponen comenzar a trabajar sobre las vacunas para el covid, es que nace #ViralicemosConCiencia. Y luego Natalia conoce y decide también sumarse a la iniciativa Ciencia Rosarina contra el Coronavirus, que trabajaba la temática, pero con otro enfoque.
En el marco de ViralicemosConCiencia el grupo visitó la escuela local 1061. Sobre la experiencia la doctora en Ciencias Biológicas y Biotecnóloga, cuenta, “trabajamos con sexto y séptimo grado intentando conocer qué pensaban los chicos de la pandemia, qué dudas tenían, qué quisieran saber. Y la verdad es que fue súper interesante. Participaron muy activamente, preguntaron un montón. Y no sólo se los notó interesados en la pandemia en particular sino en la forma en que se trabaja en las ciencias biológicas en general.”
Sobre los discursos antivacunas y sus “líderes”, Santucci reflexiona: “Un rasgo distintivo de quienes difunden discursos antivacunas es la soberbia. Es como si quisieran iluminarnos respecto a un saber que ellos tienen y el resto no. Esa es una posición completamente diferente a la que tenemos los científicos. Nosotros no hablamos de verdades, hablamos de evidencias. Por supuesto que no vamos a pecar de falsa modestia, nuestra opinión es una opinión formada tras muchos años de trabajo. Y debiera ser reconocida socialmente”.
Y profundiza: “Para aquellos que aún tienen dudas sobre las vacunas, les diría en primera medida que es absolutamente legítimo dudar. La pandemia ha traído mucho desconcierto y nos ha hecho hablar de muchas cosas sobre las que tenemos recursos muy pobres para terminar de entenderlas en profundidad. Pero que, en algún momento, para acotar ese padecimiento que genera la incertidumbre y la desconfianza, es necesario depositar la esperanza en algún lugar”.
“Si prácticamente toda la comunidad científica nacional, que trabaja para el estado en su amplia mayoría, promueve la vacunación es porque tenemos la certeza de que, hasta tanto no haya un tratamiento para la covid, las vacunas son la única herramienta que tenemos. He escuchado a muchos de los discursos antivacunas, y el nivel de inconsistencias desde lo científico es enorme”.
Una vez más, Natalia, pone su conocimiento a disposición y para explicarle a la gente común que no conoce lo suficiente de inmunología comienza con los podcasts "detrás de las vacunas" donde trabaja junto a sus compañeros cada una de estas inconsistencias que menciona y las desarrollan.
“De la pandemia no vamos a salir ilesos, ya lo sabemos. Pero la única forma de salir lo mejor parados es a través de apostar a lo colectivo. Las vacunas hablan de eso, del acceso a la salud en términos de un derecho. Y de la responsabilidad social, que no es más que la empatía por quien tenemos cerca” finaliza convencida.
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